Los principales municipios productores de la provincia son Cortes de la Frontera y Ronda.

La campaña de corcho en la provincia de Málaga llega a su fin con unos resultados de producción y calidad "excelentes", según ha indicado José Carlos Ruiz, técnico de Asaja en el municipio malagueño de Ronda. A falta de cerrar el balance, ha precisado que se han sacado más de 5,5 millones de kilogramos, cuando la media de un año normal ronda los 3,5 millones de kilos.

En este resultado ha tenido una influencia decisiva la climatología del último año hidrológico, que ha gozado de una "excelente pluviometría y no ha dejado entrar el calor hasta bien entrado el verano", ha afirmado el técnico de Asaja, quien ha recordado que la principal zona productora de la provincia es la Serranía de Ronda, sobre todo los municipios de Cortes de la Frontera y Ronda.

"Gracias a este cúmulo de factores, el crecimiento del árbol ha sido óptimo y ha facilitado enormemente el despegue del corcho; de esta forma, se han conseguido extraer planchas de corcho muy grandes, lo que implica un menor desperdicio en su transformación en fábrica", ha indicado en un comunicado Ruiz.

Esta campaña contrasta con la del año pasado, "cuando gran parte del corcho se quedó en el campo porque el mal año meteorológico frenó el crecimiento y el movimiento de la savia y apenas se pudieron realizar las labores de saca", ha continuado el técnico.

Serranía de Ronda

Además de en Cortes de la Frontera y Ronda, las zonas de producción se localizan también en municipios como Gaucín, Jubrique, Genalguacil, Algatocín, Benarrabá, Jimera de Líbar, Montejaque, Benaoján, Monda, Istán y Ojén. En total hay 16.000 hectáreas.

Ruiz ha recordado que el corcho genera un volumen significativo de empleo y riqueza en la zona y a la vez contribuye de manera decisiva a la conservación de los bosques. "Primero, los trabajos forestales de mejora del alcornocal ocupan un buen número de jornales locales; hay que desbrozar para abrir los ruedos y veredas, entresacar, podar y arreglar caminos", ha expuesto.

En verano se lleva a cabo la saca, pela o descorche: "es un trabajo manual, aún no mecanizado; los operarios separan la corcha usando hachas especiales, con habilidad para no causar daño, desde el suelo, entre brezos y helechos, o encaramados a los enormes árboles".

Los arrieros sacan la corcha con mulos, en angarillas, hasta los patios, donde ya accede el camión. Las cuadrillas suelen acampar en el monte, cerca del tajo. Se trata de una técnica muy antigua que apenas ha cambiado con el paso de los años.

El corcho se puede vender en árbol o en pila, es decir, ya cosechado. El precio de compra en el árbol es menor, ya que el comprador tiene que hacerse cargo de los gastos de la saca, que, como mínimo, puede suponer unos 12 euros por quintal castellano --46 kilos--.

Málaga, 27 Ago. (Europa Press)